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Resultados de la b煤squeda:

>>2471
驴acaso no es dificil entrar en la madriguera?
nombre?
A belu le rompo el orto asi
>>101018
pajero y pobre apuesto que tambien tienes pito chico, sigue llorando y mendigando tu aweonao
>>85345
te apoyo, tampoco la pierdo
mas de esta morrita
videos de chicas desnud谩ndose en omegle y periscope? Chicas jugando al juego omegle y masturb谩ndose con un cepillo
>>5471
estefidure
>>85413
Esa misma ! nadie tendra material ?
-No hemos terminado, mi amor. A煤n queda mucho por hacer.
-驴S铆, pro... profe?
-S铆. Mira, lev谩ntate. Ponte frente al espejo.
Un espejo estrecho, pero que corr铆a del piso al techo, se levantaba frente a ellos. El maestro coloc贸 a su ni帽a de frente para observar todo perfectamente. Para poder tocar los senos, besarla. Tener a la mano esas piernas.
Instrucciones sencillas para levantar los gl煤teos, dejando al alcance la vagina para una penetraci贸n s煤bita. Lourdes chill贸, pero luego comenz贸 a gemir. Y, como si fuera un instinto salvaje, la chica comenz贸 a moverse por su cuenta, buscando su propio placer.
Con lo largo de sus brazos y manos, el profesor toc贸 el cl铆toris y la vagina de su alumna. Incluso hac铆a un truco: con toda su verga, empujaba al fondo y la dejaba encajada, mientras acariciaba la vulva. En esos momentos, Lourdes mov铆a sus caderas, cintura y trasero como si fuera parte de su naturaleza.
-驴C贸mo sientes mi verga, mi amor?
-Rico profe.
-驴S贸lo eso?
-No, no...me llena, me llena adentro. Me... me raspa.
-Te lastima, 驴verdad?
-Poquito, pero me gusta.
Nuevamente la ni帽a comenz贸 a retorcerse, a buscar con sus manos las de sus profesor. A trazar con la mirada un camino a la de su maestro. A dejar que sus gemidos se liberen.
-No... no me deje...no me deje pro... profeee...
El profesor sinti贸 c贸mo un ligero l铆quido comenzaba a escurrir en la vulva de su nena, quien le pertenec铆a en cuerpo, mente y alma. Mientras embest铆a, frente al espejo, ve铆a entre los pechos una cicatriz.
-驴Te lastimaste hace mucho?
-No... no... no, profe. No me pas贸 nada.
-Se ve feo. No es que nada te lastime as铆.
Unas caricias en ese rasgu帽o, m谩s bien una quemadura, se sumaron a la oportunidad para tomarla de la mano. Para besos tiernos, pero venenosos.
-Fue... fue mi abuelito. 脡l me... me quem贸. Estaba...
Nuevamente las l谩grimas comenzaron a brotar de sus ojos. Y, de nuevo, una oportunidad para limpiarlas.
-Estaba borracho, profe. Jugaba, borracho, con un encendedor y un cuchillo. Yo estaba muy ni帽a... unos 6 a帽os. Me agarr贸, me bes贸 el pecho... y me... me quit茅. Se enoj贸. Me quem贸.
El abuelo era el director de la secci贸n secundaria de esa escuela. Rumores de conductas indebidas con menores de edad corr铆an, pero era familiar directo de la cabeza en la mesa directiva. 驴Pero en su propia familia? A su propia nieta, al parece.
驴Qui茅n eres t煤 para juzgar eso, si te las estas cogiendo?
El profesor sali贸 de la vagina y comenz贸 a besar despacio a su joven amante, quien con ligeras l谩grimas y leves pucheros recompens贸 el trato masturb谩ndolo. Y, luego, intent贸 torpemente una mamada.
Al maestro lo excitaba esa torpeza. La prueba de que, por m谩s cerca que estuviera de la mayor铆a de edad, se estaba follando a una nena. La sangre en su miembro enloqueci贸. Y recost贸 a la ni帽a en la cama. Acarici贸 esas piernas fuertes, las bes贸 y palade贸. Las quiso como aretes.
Recostada, la penetr贸 de misionero. El gemido fue fuerte. Como si la estuvieran apu帽alando.
-驴Te duele?
-No... no... me gusta... Me gusta mucho.
-驴Qu茅 tanto?
-Mucho... mu... mucho...
-驴Eres m铆a?
-Si...siempre su... suya, profe...
Lourdes se volvi贸 a retorcer, mientras un gemido fuerte escap贸 de la boca del profesor. Todo su placer se apuntaba en la punta de su verga, dejando ir su semen dentro de la alumna que hab铆a ca铆do en la trampa. El placer combinado noque贸 a ambos, quienes pronto se acostaron en la cama. Entrelazados. Abrazados.
Ligeras l谩grimas de Lourdes se asomaban en sus ojazos, los cuales estaban hechizados por su maestro.
-Lo amo, profe.
-驴Perdona?
-Estoy enamorada, profe. De usted.
-No... no te enamores. Soy muy mayor para ti. Esto fue un negocio, un trato. Resolvimos un asunto juntos. Tendr谩s a tu novio, lo amar谩s. Ser谩s suya. Pero lo que aprendiste hoy, simple, no lo olvides.
Lourdes comenz贸 a llorar.
-Soy una puta, 驴verdad?
-No, mi amor. No. Eres una nena muy linda. S贸lo que as铆 nos toc贸 la vida. Hubiera amado ser m谩s tu compa帽ero que tu maestro. Ser tu futuro, no un presente ef铆mero.
Lourdes lo abraz贸, al punto de casi quedarse dormida. El profesor la bes贸. La visti贸. La llev贸 al auto y de ah铆 a casa.
Miradas c贸mplices las pocas semanas que quedaron de clase entre ellos. No hablaron mucho. No hab铆a necesidad. Ella entendi贸. Ambos lo buscaron. Ella sinti贸 que lo atrap贸 y que 茅l era su presa, cuando el juego era lo opuesto.
Obvio tom贸 medidas para no ser madre. Porque tonta no era. Ignorante tampoco.
El 煤ltimo d铆a de clases, Lourdes busc贸 al profesor en la sala de maestros.
Yo estaba ah铆.
Sab铆a que pas贸. Ese cabr贸n me lo presumi贸. Con desd茅n, sin darle mucha importancia.
Pero me lo presumi贸.
-Adelante, Lourdes.
-Profe, le debo la vida. La vida entera. Es mi profe favorito.
-No es nada, es mi trabajo.
-Voy a ser ingeniera como usted.
-Ya lo sab铆a, por eso te ayud茅. S贸lo cu铆date, esa carrera est谩 llena de buitres y tiburones. Ser谩s muy probablemente el 煤nico pez distinto del estanque. Cu铆date.
-Ya me s茅 cuidar solita, usted me ense帽贸.
-No, no sabes nada. No tomes lo que aprendiste de m铆 como una lecci贸n para eso, que si lo haces est谩s frita.
La alumna bajita se puso en puntas y bes贸, t铆midamente, a su profe favorito en la comisura de los labios.
Por lo que s茅 ella se titul贸, menci贸n honor铆fica. Dirige un 谩rea en una planta importante cerca, aunque s铆 le ching贸 y es una chingona. Ese cabr贸n le tendi贸 un puente a cambio de una noche.
No creo que hayan vuelto a verse en la cama. Me lo hubiera contado. Aunque cuando pasaron las cosas m谩s duras ella fue la primera en acercarse.
Lo que no me consta es que si fue para acompa帽arlo en su dolor o para retorcerle la daga en la herida.